Dormir única y exclusivamente lo necesario, ¡no más!. Se considera que el tiempo que necesita dormir la mayoría de las personas es de 7,5 horas, aunque algunas pueden necesitar solo 5 horas y otras hasta 10; pero son la excepción de la regla.
Mantenga limpias y despejadas las fosas nasales. Puede usar algún respirador nasal, pero no se recomiendan los spray nasales, pues su duración es corta, por lo que puede despertarse en mitad de la noche.
No pase mucho tiempo sin dormir. Sea constante en las horas de acostarse y levantarse cada día, esté usted cansado o no.
Una cantidad diaria y continua de ejercicio facilita y profundiza el sueño. Algo tan simple como caminar 15 minutos en la tarde (por lo menos 3 horas antes de dormir), puede ayudar a conciliar el sueño, mientras que aquellos que hacen ejercicio hasta el cansancio, supuestamente para dormir mejor, acaban por no poder dormirse dada la fatiga que viven.
Los ruidos intensos ocasionales dificultan el dormir, aunque no se despierte. Los ruidos no permiten que el sueño sea profundo (MOR). lo que lleva a que la persona no descanse adecuadamente a pesar de que este durmiendo toda la noche.
Asegúrese de que su cama y cuarto sean confortables. Evite los ambientes demasiado calurosos, demasiado fríos o demasiado ruidosos.
El hambre puede dificultar el dormir. El hambre es un estímulo como lo es el ruido. Por lo tanto, este estímulo lo puede despertar o no permitirle dormirse profundamente.
Evita las comidas abundantes antes de irte a la cama, pero ten en cuenta que los hidratos de carbono ayudan a formar serotonina, una hormona que estimula el sueño. ¿Un truco para no hincharte a comer por las noches? Baja la intensidad de luz en casa, ya que esto le indica a tu cuerpo que hay que ponerse en "modo descanso" y que se ha acabado el momento propicio para comer. Intente cenar más temprano.
La cafeína dificulta el dormir, aun en aquellas personas que lo niegan. Por ello deben evitarse todas las bebidas a base de café, como los refrescos de cola y el café sobre todo después de las cinco de la tarde. Bébase un vaso de leche templada antes de acostarse.
El alcohol fragmenta el sueño, aunque ayuda a las personas tensas a quedarse dormidas. Y con esto quiero decir que disminuye la calidad del sueño aunque no disminuya la cantidad. Por ello el uso cotidiano de bebidas alcohólicas, para conciliar el sueño, debe evitarse, ya que no será profundo el dormir.
Si no se puede dormir, no se quede en la cama preocupado por ello, levántese y haga algo que encuentre relajante como puede ser leer, ver la televisión o escuchar música tranquila. Después de un rato se sentirá lo suficientemente cansado como para regresar a la cama. Si realizamos actividades en la cama, para dormirnos, caemos en el riesgo del "insomnio aprendido", hemos pues, aprendido a no dormirnos.
Un medicamento utilizado ocasionalmente, puede ser beneficioso. Los medicamentos para dormir, solo deben usarse en forma ocasional, y atacar el origen real del insomnio.
Si usted ha pasado una mala noche, resista la tentación de acostarse al día siguiente, ya que si lo hace le resultará más difícil dormir por la noche.
Intente relajarse antes de acostarse. Su médico podrá recomendarle alguna técnica o música de relajación.
Si algo le preocupa y no hay nada que pueda usted hacer al respecto en ese momento, intente escribir sobre ello antes de irse a la cama y dígase a sí mismo que tratará con el problema al día siguiente.
Date una ducha o un baño caliente hora y media antes de dormir, acabando con agua tibia. El agua, con el cambio de temperatura, actúa como relajante muscular de modo similar a lo que ocurre cuando haces ejercicio y paras a continuación.
Los viajes pueden alterar el patrón de sueño por la novedad de un emplazamiento diferente, que supone un estímulo. Para contrarrestarlo trata de hacer lo mismo que sueles hacer en tu casa: leer un libro, oír música o lo que tengas por costumbre antes de dormir.